La Academia de San Carlos inició durante el siglo XVIII cuando el rey de España Carlos III, decidió enviar a su grabador principal para abrir una escuela en la Nueva España debido a la demanda de impresores de moneda. Jerónimo Antonio Gil, principal grabador real, llego a la Ciudad de México con otros dos discípulos: José Estebe y Tomás Suria, quienes fundaron la escuela de Grabadores en Hueco.
Gerónimo Gil y sus Díscipulos llegaron a México en 1778. Junto con ellos trajeron el material necesario como: dibujos, libros, herramientas de grabado y una colección de camafeos griegos y romanos para poder empezar las clases. La escuela tuvo una gran acogida por parte de los nuevos alumnos, de este modo Gil fundó la primera Academia para las Artes en las Américas. El 25 de Diciembre de 1784, por decreto real, se estableció la Real Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos de la Nueva España. convirtiéndose en la primera encomendada a las artes en las colonias españolas.
Desde finales del siglo XVIII hasta el inicio de la independencia de 1810, la Academia tuvo un periodo de prosperidad con estudiantes bien entrenados cuya producción era resultado de su devoción religiosa. La pintura religiosa continuó su evolución durante las posteriores décadas hasta mediados del siglo XIX, cuando el estilo más nacionalista o mexicano comenzó a tomar forma como respuesta hacia lo que estaban experimentando los pupilos dentro de los aspectos político y social; en este sentido, el desarrollo dentro de las artes vivió tiempos conflictivos debido al contexto histórico que el país experimentó en los siguientes 60 años.
En 1834 la Academia vivió un momento delicado: tenia un pequeño claustro de maestros, pocos alumnos e insuficiente material para trabajar. Esta situación continuó hasta 1843 cuando el gobierno encontró patrocinadores que estuvieron interesados en rescatar tan prestigiosa escuela.
El Presidente provisional de México, generan Antonio López de Santa Anna junto con el apoyo de la Junta de Gobierno de la Academia de San Carlos, quienes tenían como miembros a prestigiados personajes de la alta clase mexicana como: José Mariano Sánchez, presidente de la junta, Javier Echevarría, Miguel Bustamante y Francisco Manuel Sánchez de Tagle, se responsabilizaron del proyecto de reconstrucción de la Academia. Se estableció un nuevo decreto el 2 de Octubre de 1843 para la reforma de la academia. Este decreto sugería entre otras cosas, la contratación de maestros europeos, el salario del director y maestros, la creación de becas para estudiantes, la organización de las galerías de pintura y escultura y, lo más importante, el patrocinio económico de la Academia respaldado por la Lotería Nacional.
EL proceso de elección del próximo director de la Academia fue cuidadosamente planeado y organizado por la Junta de Gobierno y el ministro de México ante el Vaticano. La tarea de búsqueda para el director General estuvo dirigida por Don José María Montoya, además de ser él quien vivía en el centro de producción artística más importante, Roma. Su primera tarea fue invitar a los prestigiados maestros como Cogethi, Podesti y Silviagni quienes no repararon mucho interés en la propuesta; ésta reacción hizo que Montoya buscará artistas talentosos pero de renombre que estuvieran dispuestos a mudarse a las Américas. entre éstos candidatos estaban Anieni, Pizzala y el pintor Catalán Pelegrín Clavé. Guiado Montoya por Miniardi (director de la Academia de Inglesa en Roma), Schentz (director de la Academia Francesa) y Cornelius (director de la Academia de Prusia), el seleccionado fue Clavé, uno de sus factores decicivos fue su conocimiento de la lengua española.
En 1845 la Junta de Gobierno de la Academia de San Carlos dio órdenes a José María Montoya de usar los fondos necesarios para poder enviar a los maestros europeos a México. De esta forma el pintor catalán fue nombrado director de la Academia y maestro principal de pintura.
Pelegrin Clavé Roque estudió en el arte en la Escuela Gratuita de las Nobles Artes de Barcelona. Nacido en Barcelona en 1811, fue un pintor español, cercano al movimiento de los Nazarenos alemanes. En 1834 viajó a Roma y continuó con sus estudios en la Academia de San Lucas.
Durante su Estancia en Roma fue Influenciado por el movimiento de los nazarenos, grupo de artistas que restablecieron las ideas de Rafael relacionadas con el purismo. Los Nazarenos estaban en contra de la técnica neoclásica en donde los artistas idealizaban la "belleza" de la naturaleza de acuerdo a los cánones clásicos.
El objetivo de los nazarenos era regresar al arte, el cual encarnaba los valores espirituales, pintando cualquier figura a través de líneas puras y simples. El principal tema a tratar estaba relacionado con temas bíblicos. Uno de sus principales representantes fue el pintor Friederich Overbeck, maestro de Clavé y quien lo inició en el estilo de los nazarenos. Esta influencia va a marcar en su estilo estético durante toda su carrera artística. Una de sus más importantes representaciones, siguiendo las enseñanzas de Overbeck, será la cúpula de la Capilla de la Profesa en la Ciudad de México en 1867.
La Vida de Clavé cambio de manera significativa cuando fue elegido director de la Academia de San Carlos en la Ciudad de México. Llegó a la ciudad en 1846 y se quedó en el país por un periodo mayor a 20 años. Su principal propósito fue reorganizar la administración y currículo de la Academia. Así los estudiantes podrían ser formados a la manera europea, con énfasis en el estilo nazareno. Otra política que impulsó Clavé fue la de enviar a los estudiantes más sobresalientes a Roma para que dominarán las técnicas artísticas dentro de la Academia de San Lucas.
La Academia de San Carlos desde sus inicios produjo principalmente arte religioso. "El arte mexicano a producido por siglos importante arte religioso, no solamente porque la Iglesia era el mayor patrón, sino también por la inclinación pía de los artistas". Esta situación ayudó considerablemente a Clavé al momento de introducir sus métodos de enseñanza relacionados con la pintura nazarena. La sociedad mexicana era extremademente religiosa y la mejor manera de introducir la apreciación de las bellas artes era a través de temas bíblicos. El arte como Clavé lo entendía debería ser cristiano, suave y pulcro. Por ello los estudiantes aceptaron fácilmente su estilo y comenzaron a producir pinturas de gran formato con títulos como: La muerte de Abel, Job y La Divina Pastora, entre otros.
Pelegrín Clavé, como maestro, enseñó a sus estudiantes el cómo hacer composiciones en un periodo corto. También trajo desde Europa una serie de maniquíes con diferentes ropajes para que los estudiantes pintaran la figura humana así como los distintos tipos de sombras que las ropas causaban. Principalmente estas composiciones eran hechas al momento de la clase en donde el maestro se daba tiempo de darles consejos a sus estudiantes.
Para lograr ser más especifico sobre estos consejos Clavé interfería directamente en la composición del estudiante y de un pincelazo mostraba lo que estaba enseñando y de esta forma el estudiante mejoraba su técnica. Este proceso tenia una gran desventaja ya que ninguno de los estudiantes desarrollaba un estilo propio, en vez de ser ejecutantes de un estilo único solamente eran buenos copistas sobre las obras de Clavé o algún otro pintor europeo. Esto pude ser detallado a través de los distintos ejemplos de estas composiciones, ya que la mayoría ocupaba la misma paleta de colores. Están creados con la misma expresión y delicadeza , por mencionar algunos: Adán encuentra el cuerpo de Abel, de Gregorio Figueroa y, La Muerte de Abel, de Santiago Rebull. Con esto se llega a la conclusión que existe la intervención de una sola personalidad artística, en este caso la del maestro Pelegrín.
Clavé fue una gran influencia para las bellas artes en México. Gracias a su sólido trabajo y determinación en reorganizar la Academia de San Carlos, los estudiantes empezaron a recibir los beneficios de una escuela próspera y, por primera vez en México, se iniciaron exhibiciones en donde los estudiantes mostraron públicamente sus creaciones.
Algunos críticos dela arte decimonónicos sugirieron que las pinturas que fueron creadas durante este periodo no cautivaron, ya que no fueron ejecutadas con sentimiento. En general estas pinturas solamente poseen una buena ejecución sin inspiración artística.
Esta falta de inspiración puedes ser argumentada debido a la censura de Clavé hacia la inspiración. El creía que la inspiración no podría existir en el alma de un artista ya que esto podría llevarlo a una vida improductiva; decía que todos los artistas para poder producir debían tener una vida de metodología y estudio.
Durante la dirección Pelegrín Clavé, el propósito fue entrenar a los estudiantes para que fueran capaces de ejecutar copias de pintores europeos con un estilo compresivo siguiendo el método de su propio director, quien nunca formó en la pintura ninguna manera o estilo determinado.
La primera generación de estudiantes que viajó a Roma fue entre los años de 1843 y 1854, en ellos se encontraba Juan Cordero Hoyos, Primitivo Miranda y Salvador Fernando. Santiago Rebull y Felipe S. Gutiérrez se integraron después a la Academia de San Lucas. Estos alumnos estudiaron las técnicas tradicionales de la pintura, dando también importancia a la inspiración. Una vez fuera de México, los estudiantes fueri¿on capaces de crear su propio estilo y de desarrollar nuevas técnicas dentro de sus ejecuciones. Juan Cordero y Felipe S. Gutiérrez , quienes pertenecieron a estas primeras generaciones, fueron el parte aguas del estilo de la pintura mexicana.
Después del imperio de Maximiliano la Academia de San Carlos reinició las clases como una institución liberal. Benito Juarez se convirtió en el Presidente de México el 15 de Julio de 1867. Durante este tiempo Pelegrín Clavé presentó su renuncia como director de la Academia y dejó México después de haber estado por 21 años. Regresó a Barcelona en Enero de 1868. Falleció en Barcelona en Septiembre de 1880.
Después del imperio de Maximiliano la Academia de San Carlos reinició las clases como una institución liberal. Benito Juarez se convirtió en el Presidente de México el 15 de Julio de 1867. Durante este tiempo Pelegrín Clavé presentó su renuncia como director de la Academia y dejó México después de haber estado por 21 años. Regresó a Barcelona en Enero de 1868. Falleció en Barcelona en Septiembre de 1880.
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