miércoles, 28 de mayo de 2014

Independencia de México



El periodo de la guerra de independencia empieza la madrugada del 16 de septiembre de 1810, cuando el padre Miguel Hidalgo da el llamado "Grito de Dolores" y termina el 27 de septiembre de 1821 (11 años después) con la entrada triunfal del Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, a una jubilosa Ciudad de México. El objetivo principal de este movimiento (armado y social) era liberar a nuestro territorio del yugo español y que, en cada rincón de la Colonia se olvidase por completo el concepto del virreinato.

En la Nueva España las cosas parecían ir de la mejor manera y no era para menos pensar esto. Las arcas de México se encontraban rebosantes y financiaban tanto los gobiernos de otras colonias españolas, así como la construcción de palacios y campañas militares en la propia España. Las ciudades de México tenían un desarrollo mayor que cualquier otra colonia en América. Pero hasta ahí podía ir la bonanza ya que existía una profunda y marcada desigualdad social entre los habitantes de la Nueva España.

Para el siglo XVIII la población estaba conformada por un 40% de Indígenas, otro 40% de mestizos y mulatos incluyendo todas las castas intermedias y solo un 20% de blancos (europeos y americanos). Los dos primeros grupos sociales componían la población inculta, pobre y explotada, sectores completamente desplazados de toda participación en el gobierno general y la economía del virreinato. El 20% de blancos controlaban todo el poder llevándose casi la totalidad de las ganancias que generaba la colonia. A pesar de esto este grupo estaba dividido en dos bandos "peninsulares" y "criollos", es decir europeos y americanos. Esta distinción comenzó desde iniciada la colonia en México y creó una fractura que se profundizo durante 200 años. Al iniciar el siglo XIX la fisura había separado al país en dos bandos el realista (españoles) y el insurgente (criollos), los que arrastraron tras de sí al resto de los núcleos sociales.

Esta división se generaba de quien tenía más derecho a gobernar y dirigir la sociedad, por una parte los españoles consideraban que ellos tenían todo el derecho del poder por ser los conquistadores y dueños directos de las colonias, ante lo cual no podían permitir que los criollos 
los cuales habían nacido en las Indias (América) y por lo tanto inferiores tomaran el poder. En el otro lado los criollos, cansados de seguir bajo el control de la corona española la cual se encontraba muy lejos para poder solucionar adecuadamente los problemas de la Nueva España, 
consideraban que a ellos les correspondía dirigir el camino político y social de la Nueva España.

En junio de 1808 llego a México la noticia de la abdicación de los reyes españoles en favor de José Bonaparte. Tanto españoles como criollos se negaron a reconocer a Bonaparte, pero los criollos vieron la oportunidad de hacer a la colonia independiente con el pretexto de guardar el reino para el rey Fernando VII. Francisco Primo Verdad y Ramos y Juan Francisco Azcárate encabezados por Fray Melchor de Talamantes piden se tengan por nulas las abdicaciones hechas por los reyes de España, argumentando que ante la falta de reyes la soberanía había vuelto al pueblo y por lo tanto había la necesidad de crear un gobierno provisional apoyado por el pueblo, Primo Verdad y Ramos termino su propuesta pidiendo al virrey y a la junta del ayuntamiento que jurasen por el rey de España y de la Indias Fernando VII. Iturrigaray entonces virrey apoyo la propuesta de instaurar, por los votos de los ayuntamientos de la Nueva España, una Junta Suprema de México de la que sería cabeza, conservando la soberanía mientras Fernando VII durase preso. Los españoles realistas vieron esto como un paso que conduciría hacia la emancipación política total y tenían que impedirlo. El 15 de septiembre conducidos por Gabriel Yermo unos 300 españoles tomaron el Palacio apresando al virrey y a sus asesores. A partir de ese momento instauraron un gobierno militar cerrado a cualquier cambio. Primo Verdad y Ramos uno de los criollos más renombrados del la junta del ayuntamiento fue hecho preso y luego muerto en prisión como ejemplo de lo que esperaba a los que intentaran promover un cambio en el orden del poder del virreinato. Esto no intimido a los grupos opositores a los realistas, todo lo contrario los insitó a agruparse y conspirar para tomar el poder a cualquier precio.

La Conspiración

A fines de 1809 es descubierta una conspiración en Valladolid que intentaba derrocar al régimen militar de los peninsulares, en ella es invitado a participar Don Miguel Hidalgo Costilla un cura criollo de gran carisma que por sus ideas es enviado al curato de Dolores desde el cual sigue buscando gente con sus mismas inquietudes entre las cuales estaba el ser miembro importante de alguna conspiración para derrocar al régimen. No se une a la conspiración de Valladolid porque observa su inmadurez y sus pocas posibilidades de éxito.

Su oportunidad surge entre un grupo de criollos de la ciudad de Querétaro que son protegidos por el corregidor de esta ciudad Miguel Domínguez y sobre todo por su esposa Doña Josefa Ortiz de Domínguez. Este grupo es impulsado por un grupo de militares Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo, Joaquín Arias y otros. Allende es el principal promotor de la conspiración, un hombre impulsivo quien deseaba dirigir la rebelión pero en forma de un movimiento de la clase media criolla conducida por militares. La conspiración de Valladolid demostró que no bastaba con el apoyo de los criollos necesitaban al pueblo si esperaban tener alguna oportunidad de éxito en su aventura. Esto a la vez los hacía dudar ya que en el fondo eran clasistas. Había que mover al pueblo, las masas y para ello necesitaban a alguien de gran carisma y prestigio de modo que pudiera ser oído y aplaudido por la muchedumbre. Por tal razón y con pesar de Allende se llamo a Hidalgo.

Las reuniones de este grupo de conspiradores se realizaban en la casa del Presbítero José M. Sánchez a ellas acudían Allende, Altamirano, Aldama, Hidalgo y otros. El Corregidor Don Miguel Domínguez aunque no asistía a las reuniones estaba de acuerdo con el movimiento y en su casa se reunía con Allende para tratar el proyecto. Las reuniones estaban encubiertas bajo el pretexto de Juntas literarias, en las cuales discutían los puntos para llevar a cabo el levantamiento.

La conspiración descubierta

La conspiración es descubierta ante varias autoridades por Mariano Galva y el capitán Arias, ante esto Josefa Ortiz de Domínguez envía al alcaide Ignacio Perez para que notifique al capitán Allende en San Miguel, al no encontrarlo ahí se dirige junto con Aldama a Dolores.

El Levantamiento

Al ser informados Hidalgo y Allende de que la conspiración ha sido descubierta discuten su situación y por fin Hidalgo exclama "! Caballeros, somos perdidos; aquí no hay más recursos que ir a coger gachupines ¡". Así la madrugada del 16 de septiembre Hidalgo se dirigió al atrio de la parroquia de Dolores en donde expuso a la gente reunida que llegaba a 3000 el plan que tenían para quitar del poder a los gachupines tras lo cual dio el grito de independencia.

Del pueblo de Dolores Hidalgo partió hacia Atotonilco donde sacó un lienzo de la iglesia con la imagen de la Virgen de Guadalupe y lo esgrimió como estandarte; siguió a San Miguel el Grande, Chamacuero (hoy día Comonfort). En la ciudad de Celaya se asignaron los primeros grados e Hidalgo fue aclamado como "Capitán General" o "Generalísimo de América" y Allende como "Teniente General", continuaron avanzando, Salamanca, Irapuato, Silao y finalmente Guanajuato. A lo largo del avance hasta Guanajuato que duro menos de dos semanas Hidalgo logro juntar a más de veinte mil hombres, ya en Guanajuato tomo esta ciudad tras vencer a los españoles que se habían fortificado en la alhóndiga de Granaditas.

Reúne más hombres y manda fundir cañones para dirigirse a Valladolid la cual tomo sin disparar un solo tiro. Escribe el primer bando en el que abolía la esclavitud y la paga de tributos para todo tipo de castas. Sale de Valladolid rumbo a la capital, en el camino se le unen Ignacio López Rayón y el cura José María Morelos; Rayón pasa a formar parte de su equipo de colaboradores y Morelos es comisionado a dirigir la insurrección en el sur, rumbo a Acapulco.

Conforme los insurgentes avanzaban hacia la ciudad el pánico era mayor. Venegas organiza una bien provista división, que puso a las órdenes del coronel Torcuato Trujillo, con la orden de atacar y detener el avance de las fuerzas insurgentes. El encuentro se desarrollo el 30 de octubre en el Cerro de las Cruces. Hidalgo y Allende hacen frente a Trujillo venciendo su ejército completamente. Motivados por su victoria avanzan hasta las cercanías de la ciudad, parando en el pueblo de Cuajimalpa. Hidalgo decide no avanzar hacia la ciudad pues un poderoso ejército comandado por el brigadier Félix María Calleja venia en auxilio del virrey 
Venegas y podrían quedar atrapados en la ciudad. El 7 de noviembre es derrotado en Aculco por Calleja a quien intentaban evitar. Hidalgo y Allende se separan, Allende parte a Guanajuato, donde tiene que enfrentarse con el ejército de Calleja, e Hidalgo se dirige hacia Guadalajara donde es recibido con festejos, propone la creación de un Congreso Nacional con representantes de todas las ciudades, villas y lugares del reino; utiliza la imprenta para publicar proclamas y bandas, edita el Despertar Americano, primer periódico insurgente que durara a lo largo de 11 años de guerra. Desarrolla sus medidas de tipo social, como la abolición de la esclavitud, suspensión de tributos, reparto de tierras y garantías individuales (igualdad social, libertad de trabajo y de comercio).

La Muerte de los Caudillos

El 17 de enero de 1811 el brigadier Calleja quien ya había recuperado Guanajuato para los realistas vence al grueso del ejército insurgente e Hidalgo se ve obligado a partir para el norte con intenciones de pasar a Estados Unidos y conseguir armamento para retornar con más fuerza. Es detenido en cerca de Monclova en Actita de Bajan por un destacamento realista.

Hidalgo conducido a Chihuahua junto con otros líderes insurgentes es encerrado y se le abre juicio. Es sometido a los más duros interrogatorios durante tres meses tras los cuales es sentenciado a muerte. La ejecución se llevó a cabo el 30 de junio de 1811 y su cabeza junto con la de Allende, Aldama y Jiménez fue colocada en un ángulo de la Alhóndiga de Granaditas, como escarmiento para el resto de Continua la Lucha.

La Captura de Hidalgo y sus compañeros no detuvo la lucha de independencia puesto quienes habrían de continuar con su tarea ya estaban trabajando en ello antes de la muerte de los primeros caudillos. El movimiento no solo no declino sino que tomo más fuerza y alcanzo sus 
máximos niveles tanto en lo político como en lo militar.

Después de enterarse de la captura de Hidalgo y Allende, Ignacio López Rayón quien había sido nombrado Jefe del ejército en Saltillo, mientras durase la ausencia de Allende e Hidalgo, decide sacar su reducido ejército de apenas 1000 hombres antes de que las tropas de Calleja lleguen a Saltillo. Marcha hacia el sur hasta la villa de Zitácuaro, en ella se instala para formar su centro de operaciones.

La Junta de Zitácuaro

En Zitácuaro, el 19 de agosto de 1811, Rayón erige la Suprema Junta Nacional Americana, a nombre de Fernando VII, la junta estaba formada por un cuerpo colegiado de cinco vocales, en el momento fueron designados tres de ellos: el propio Rayón y sus compañeros de armas. José María Liceaga y José Sixto Berdusco. Apoyándose en los precedentes de la península ibérica y de algunas ciudades sudamericanas, Rayón se proponía con la junta, además de acreditar su posición personal, dar unidad a la causa revolucionaria, cuestionar la legitimidad del gobierno virreinal de la Ciudad de México y fortalecer un instituto que fijara la línea ideológica del movimiento insurgente.

La junta logro ser escuchada en la zona central del país y algunos jefes menores, se le unieron; contó con el aval de Morelos; uso la imprenta para propagar sus ideas en vasta escala; emitió moneda nacional con los emblemas del "águila, nopal, arco, flecha y honda"; envió un comisionado a los Estados Unidos para gestionar su reconocimiento, por lo menos en calidad de beligerante; se benefició con los auxilios e informes que le proporcionaba desde la Ciudad de México una organización secreta que se hizo famosa con el nombre de Los Guadalupes, y elaboró el proyecto de una Constitución Nacional, el cual no podo ser llevado a cabo. La junta no tenía el poder que necesitaba para ser obedecida por la mayoría de los jefes combatientes, necesitaba tener el dominio efectivo de una buena porción del país; pero Calleja, al frente de su flamante división, tomó por asalto Zitácuaro, en los primeros días de 1812; impidiendo que los proyectos de la junta se consolidaran. Rayón y la junta no tuvieron otra opción que huir perseguida por los realistas.

José María Morelos y Pavón

Morelos cura de Cuarácuaro de origen mestizo y humilde era un hombre que a base de trabajo desde muy temprana edad había logrado pagar su educación.

Estudio en el Colegio de San Nicolás cuando Hidalgo era rector. Hasta el levantamiento en Dolores, había sido un buen burgués de la época colonial, dedicándose a diversas actividades económicas además de las parroquiales, pero al enterarse del movimiento que dirigía Hidalgo su carácter sufrió una transformación y decidió unirse a la lucha. Alcanzo a Hidalgo en Indaparapeo y siguió con él hasta el Charo donde Hidalgo lo comisiono para dirigir la lucha en el sur y tomar el puerto de Acapulco.

Las campañas de Morelos son considerarse las más fructíferas ya que la etapa que él dirigió de la Lucha de independencia puede ser la única en que se tuvo la posibilidad real de derrocar al régimen colonial. Morelos era un militar intuitivo que basa su estrategia en la geografía 
del terreno en que se mueve. De inmediato sigue la encomienda que le da Hidalgo avanzando sobre las intendencias de Michoacán, México, Puebla, Veracruz y Oaxaca. A diferencia de Hidalgo se niega a dirigir muchedumbres indisciplinadas. Es sumamente cauteloso para sus 
reclutamientos seleccionando solo a los más aptos, los dotaba de armas (fusiles, machetes y sables), así como un mínimo de instrucción militar.

Escribió unas sencillas y claras reglas para el cuerpo que comandaba. Muchos jefes insurgentes se formaron entre sus tropas como Pablo y Miguel Galeana, Víctor y Nicolás Bravo, Mariana Matamoros, Manuel de Mier y Terán, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y muchos más.

El genio militar con que es aclamado Morelos se justifica en variadas ocasiones. En Mayo de 1812 Calleja con el más grande ejército que logro reunir el gobierno realista sitia a Morelos en la villa de Cuautla. Calleja convencido de su superioridad promete a Venegas que no podrán 
salir vivas "ni las ratas". Morelos resiste el sitio y cuando no pude resistir más burla a Calleja sacando lo que queda de su tropa, tres cuartas partes ya habían perecido. Reanuda su campaña sobre Puebla, Veracruz y Oaxaca con más energía, él y sus capitanes demuestran ser superiores a los militares realistas. En 1813 toma Acapulco, para esta fecha el territorio que tenía dominado abarcaba desde Michoacán hasta las orillas del reino de Guatemala.

El Congreso Nacional

Morelos decide hacer un alto en su campaña militar para dedicarse a la construcción política de la nación obra que considera más importante que la lucha militar. Morelos es el jefe insurgente que más desarrolla sus ideas políticas. En los pueblos que domina quita las autoridades coloniales y coloca a criollos en los puestos directivos.

Consciente del analfabetismo de pueblo traduce las proclamas de Hidalgo a un lenguaje sencillo y organiza pequeños cabildos donde explica al pueblo las causas del movimiento, pregona la igualdad social y repudia el latifundismo. Al instaurarse la junta de Zitácuaro, Morelos la 
reconoce pero solo para dar la imagen de un gobierno revolucionario unido ya que está en desacuerdo con la ideología de la Junta de una soberanía a medias.

En el mes de noviembre de 1812 Morelos toma Oaxaca, la cual es un importante centro urbano, con todas las ventajas que ello conlleva entre ellas la presencia de ideólogos y proyectistas entre ellos José Manuel de Herrera y Carlos María de Bustamante quienes dirigen el periódico Correo Americano del Sur, el cual ayuda a propagar las ideas de la insurgencia.

Después de largas consultas incluso con miembros del grupo de los Guadalupes que le envían cartas con sus pensamientos, decide transformar la Junta Gubernativa en un Congreso Nacional electo hasta donde fuese posible por el voto de los pueblos. El 14 de septiembre de 1813 Morelos inaugura el Congreso y redacta el texto de "Sentimientos de la Nación". Las sesiones culminan el 6 de noviembre con la Declaración de Independencia total.

Para el invierno de 1813 Félix María Calleja como nuevo virrey desato una bien planeada ofensiva contra Morelos. Morelos es derrotado en Valladolid y después en Puruarán, donde cae prisionero su segundo jefe Matamoros quien fue conducido a la capital provincial para ser fusilado el 3 de febrero 1814. La línea defensiva de las fuerzas de Morelos es derrotada y caen sucesivamente Chilpancingo, Acapulco y Oaxaca. Las fuerzas de Morelos acaban dividiéndose en pequeñas guerrillas sin coordinación. Aun así los congresistas logran redactar el Decreto Constitucional en Apatzingan el 22 de Octubre de 1814. Morelos sin darse por vencido siguió protegiendo al congreso y animándolo a continuar.

A mediados de 1815 hacen una pausa en Puruarán, lo que le permite al congreso reorganizar el gobierno, enviar una embajada a Estados Unidos y publicar el Manifiesto a las Naciones. Después deciden trasladar el gobierno a Tehuacán, Puebla. En el camino el jefe realista Manuel de la Concha los ataca y captura a Morelos. Los miembros del Congreso apenas logran llegar a Tehuacán.

Calleja con gran resentimiento a Morelos por la acontecido en Cuautla decide dar un espectáculo a los habitantes de la ciudad exhibiendo a Morelos, quien es juzgado por la Inquisición y un tribunal militar. Se le sentencio a muerte pero temiendo que la ejecución en la capital diera lugar a un alboroto popular Calleja decidió que fuese fusilado fuera de ella y sin publicidad, de esta forma el 22 de diciembre de 1815 en San Cristóbal Ecatepec fue segada la vida del más grande caudillo de la independencia.

Durante los cinco años siguientes a la muerte de Morelos la lucha de independencia se hallaba fragmentada en decenas de jefes insurgentes pero que al estar faltos de un líder carecían de la fuerza necesaria para imponerse sobre los otros y llevar a cabo la consumación de la independencia.

A pesar que el virrey Calleja logra fragmentar y casi eliminar a la insurgencia mediante la represión y la persecución sin cuartel de los rebeldes esta continúa apareciendo continuamente. Calleja advierte que a pesar de todas las victorias que pueda obtener el pueblo de la Nueva España está decidido a independizarse.

Fernando VII llama a Calleja quien deja el gobierno del virreinato al teniente general de la armada Juan Ruiz de Apodaca, este continúo combatiendo a la insurgencia.

Después de la muerte de Morelos el congreso de Chilpancingo es perseguido por los realistas y finalmente Manuel Mier y Terán lo disuelve. Con esto se termina el centro político unificador que Morelos había creado.

Muchos jefes Militares continuaron la lucha de Morelos, pero casi todos fueron muertos, encarcelados o indultados después de pagar a los realistas repudiando la revolución y jurando a Fernando VII.

En 1817 cayeron en cadena los jefes Mier y Terán, Ramón e Ignacio López Rayón, José Francisco Osorno, Nicolás Bravo, colaboradores del Congreso de Chilpancingo: Bustamante, Herrera, Berdisco, etc.

La Expedición de Mina

Con todas estas victorias el virrey Apodaca podía considerar que había acabado con los focos revolucionarios más importantes ya que los únicos que subsistían eran varias guerrilla, principalmente en el sur de Veracruz y el sur de Guanajuato, las cuales eran subestimadas en su 
poder por los altos mandos realistas. Dado esto el gobierno comenzó a trabajar en la reconstrucción, pero fue cuando recibió sorpresivamente la noticia de que Javier Mina, un joven español de Navarra y adversario de Fernando VII, había desembarcado en la costa de Nuevo Santander (Tamaulipas), junto con una expedición libertadora. La expedición de Mina no podía tener éxito ya que la enorme publicidad con que se manejo su expedición permitió al virrey Apodaca tomar las medidas para detenerlo. Mina desembarco con unos trescientos hombres sin embargo logro escapar del cerco y meterse al centro de la Nueva España. La acción de Mina dura apenas un semestre pero le da un importante impulso a la lucha de independencia. Moreno y Mina se unen y luchan contra Pascual de Liñan, enviado por los realistas para detenerlos. Liñan los vence pero logran escapar para intentar más tarde un imprudente ataque a Guanajuato, después del cual son apresados en el rancho "El Venadito". El 11 de noviembre de 1817 Mina es fusilado 
frente al fuerte de Los Remedios.

Consumación de Independencia

Calleja envía al coronel José Gabriel de Armijo con un poderoso ejército en contra de Guerrero quien sigue resistiendo en el sur. Los enfrentamiento entre las tropas de realistas e insurgentes continuaron pero limitados a la zona que Guerrero tenia controlada. Guerrero se había percatado que podía seguir resistiendo los ataques pero no lograría extender la lucha, por otra parte los realistas no lograban vencer a las fuerzas insurgentes, esto desesperaba a ambos bandos. Al ser virrey Apodaca sucesor de Calleja decide entablar relaciones a través de contactos con Guerrero para presionarlo a que abandone lucha a lo cual Guerrero se niega. Apodaca continua insistiendo secretamente a Guerrero.

Viendo que el régimen realista perdía confianza en sí mismo Guerrero decidió seducir a uno de los jefes realistas, de esta forma quitar al régimen uno de los cuerpos en que se apoyaba. Primero lo intento con Armijo siendo el más indicado, pues era el más cercano y dado sus altos cargos tenía un alto número de tropas bajo su mando. Armijo no acepto y continúo fiel al gobierno. Guerrero entonces fijo su atención en el coronel Carlos Moya subordinado de Armijo, después de sondear por medio de intermediarios le envía una carta el 17 de agosto de 1820. En esta carta Guerrero le pide que se una a su lucha siguiendo el ejemplo de los revolucionarios de la historia española y tome su ejemplo para independizarse no solo de absolutismo de Fernando VII, sino del gobierno de los españoles constitucionales, convirtiéndose en jefe de las fuerzas americanas y que observara que el panorama de político les permitiría sacar ventaja ya que dentro de poco Apodaca sería remplazado por Francisco Espoz y Mina quien tenía cierto resentimiento a los realistas y de ideas liberales. En esta carta Guerrero crea las bases sobre las que se desarrollaría la independencia de México. Carlos Moya rechazo la propuesta aunque no airadamente y se la presentó a Armijo quien a su vez la llevo al virrey. Apodaca no se escandalizo ante la carta y extrañamente no rompe su contacto secreto con Guerrero, lo que forzó a la renuncia de Armijo pues no podía vencer a Guerrero y nombra jefe de las comandancias del sur a Agustín de Iturbide a quien informo de las ideas de Guerrero.

Al aceptar la comandancia Iturbide tenía la misión de eliminar a las fuerzas insurgentes de Guerrero, pero esto se vería impedido primero porque Iturbide no tenía la capacidad para cumplir con esta misión, segundo el compromiso que había contraído con la Profesa (Conspiración de la Profesa nombrada así por la Iglesia) y tercero los planes que él mismo había comenzado a formular. No pensaba desaprovechar la oportunidad si la tenía de dar un golpe a Guerrero ya que aún rechazaba las ideas de los insurgentes. Pero no sería su principal interés ya que tenía pensado negociar con Guerrero lo que convendría más a sus intereses, además sabia por el propio Apodaca que Guerrero estaba dispuesto a negociar.

Pedro Ascencio segundo jefe de Guerrero cerca de Tlatlaya embosco a la retaguardia de Iturbide, eliminando a casi todos sus componentes y a los cinco días Guerrero gana otro combate frente a la sección de Carlos Moya.

Iturbide alarmado se percato que la insurgencia era más fuerte de lo que se pensaba en México y de lo que el mismo creía. El 10 de mayo envía su primera carta al Jefe insurgente, Guerrero no contesta con sobrados motivos. Iturbide vuelve a escribir, y Guerrero contesta recelosamente.

El 27 de enero antes de que se diera un claro entendimiento entre Guerrero e Iturbide se desarrollo el último enfrentamiento entre realistas e insurgentes en un lugar llamado La Cueva de Diablo, donde vence Guerrero.

Iturbide sin más paciencia escribe la tercera y definitiva carta a Guerrero, está más política y concreta se dirige al caudillo insurgente en términos de "Estimado amigo" y le propone una entrevista, Guerrero pospone la reunión pero se llego a un acuerdo a través de comisionados. 
Iturbide informo los detalles de su plan y los medios por los que pensaba ponerlo en marcha.

Lo único que molestaba a Guerrero era que se ofreciera la corona de México a Fernando VII, pero Iturbide debe haberlo tranquilizado diciéndole que era solo una maniobra política para obtener confianza pero que nunca se llevaría a cabo. Los insurgentes participarían cubriendo las espaldas de Iturbide en el sur mientras el avanzaba por el centro y occidente.

La Consumación, Plan de Iguala

El 24 de febrero de 1821 en Iguala Iturbide redacta "El Plan de Iguala", con bases en lo ideado por los miembros de la Profesa pero más intolerante y adecuado para la realidad de ese momento. En 24 artículos Iturbide describe su plan de Independencia y la organización del nuevo Estado. Las ideas más importantes eran:

  • Religión católica, sin tolerar ninguna otra.
  • La Nueva España es independiente de cualquier otra nación.
  • El gobierno seria monarquía moderada con base en la constitución.
  • El emperador será Fernando VII u otro miembro de la casa reinante española.
  • Todos los habitantes de la Nueva España sin distinción de europeos, africanos, ni indios son ciudadanos de esta monarquía con opción a todo empleo.
  • Los bienes de personas y cleros serán respetados.
  • Se formara un ejército protector de las Tres Garantías: religión, independencia y unión de americanos y europeos.
  • Las tropas del ejército realista que se unan al ejército de las Tres Garantías serán consideradas como milicia nacional.

El 2 de Marzo el plan y su manifiesto fueron leídos a las tropas acuarteladas en Iguala, tras lo cual juraron defender la independencia e Iturbide fue nombrado "Primer Jefe del Ejército Trigarante".

Al no disponer de imprenta Iturbide hizo uso de un hábil grupo de copiadores quienes desde la última semana de febrero trabajaron día y noche para hacer cientos de copias del Plan de Iguala. Estas fueron distribuidas inmediatamente a las personas más importantes de cada localidad de la Nueva España.

Aunque Apodaca llamo traidor a Iturbide y trato de organizar una ofensiva para destruirlo no podía confiar en el ejército, mientras Iturbide recibía adhesiones cada vez más numerosas. El alto clero con excepción del arzobispo de México se le sumo y ayudo a la propagación del plan proporcionando las imprentas. Esto era principal ya que la fuerza de plan era conseguir la mayor cantidad de adhesiones posibles ya que el ejército realista contaba con aproximadamente 30 mil hombres, buena parte de los cuales para fortuna de Iturbide se unieron al pronunciamiento.

Con Guerrero cubriéndolo en la retaguardia por el sur, Iturbide marcho hacia las intendencias de Valladolid y Guanajuato. No fue hasta antes de partir en el pueblo de Teloloapan que Iturbide y Guerrero se encontraron. Guerrero reconoció a Iturbide como Primer Jefe del Ejército 
Trigarante y de la independencia.

El Plan de Iguala parecía conciliar las discrepancias entre las dos facciones, por lo que fue ampliamente acogido las ciudades lo aclamaban y los soldados realistas se unían en torrentes a las filas trigarantes. Iturbide marcho por Guanajuato y Querétaro hasta Puebla.

En la ciudad de México Apodaca es destituido por la guardia de la ciudad designando en su lugar al mariscal Francisco Novella.

En Puebla Iturbide recibió la noticia del la llegada del último virrey Juan de O´Donojú. A pesar de no ser Ezpos y Mina el candidato enviado que había imaginado Guerrero, O´Donojú era un masón, liberal y anticolonialista, hombre práctico y abierto quien reafirmo los cálculos de Guerrero al no imponerse, sino a entender la peculiar situación política.

Se encontró con Iturbide en Córdoba el 24 de agosto donde llagaron a un acuerdo y firmaron el tratado de Córdoba, en el que se reconocía la Independencia de México y se ratificaba con ligeras variantes el plan de Iguala.

Iturbide y O´Donojú al frente del ejército Trigarante establecen su cuartel en Tacubaya a las orillas de la ciudad donde negocian la rendición de la ciudad con Novella. Por fin la capital capituló, y el 27 de septiembre de 1821 el ejército Trigarante entra a la capital en medio del la multitud que vitorea la independencia, marcando así el triunfo de 11 años de lucha por la Independencia.

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